
Con la lluvia como protagonista se desató un interesante duelo en donde nuevamente caímos, esta vez de manera más digna. Arrancamos ganando 3 a 0 (con un jugador menos) pero a medida que fueron pasando los minutos recurrimos permanentemente al pelotazo o a las jugadas individuales. El rival, con la cancha muy mojada, se acomodó mejor y entendió que la clave pasaba por los remates desde lejos. Sobre el final, el equipo placero parecía abatido, cansado por el desgaste de la primera mitad

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